Todas las sociedades complejas se caracterizan, en un grado variable, por la desigual distribución de las recompensas materiales y simbólicas. Es también el caso de que nunca ha existido una estructura persistente de desigualdad económica y social sin que hubiera también algún tipo de sistema de significados que persiguiera tanto explicar cómo justificar la desigual distribución de los recursos sociales.
El de “estratificación social” es un término general que describe estas estructuras sistemáticas de la desigualdad. En las sociedades tradicionales o preindustriales, está muy extendida la idea de que las desigualdades, y por ende, la estratificación social son naturales y/o reflejan aspectos de la cosmología que proveen una explicación de la sociedad misma. Si las desigualdades son naturales, entonces no es necesario seguir investigándolas.
Las desigualdades derivan de una estructura de la sociedad establecida por la divinidad (por ejemplo, el sistema de castas de la India clásica). El rango social corresponde a la pureza religiosa (ritual). Las castas inferiores contaminan a las superiores.
El kharma le enseña a un hindú que ha nacido en determinada casta o subcasta debido a que ello es lo que se merece como consecuencia de sus acciones en una vida anterior. El dharma, que significa “existir conforme a lo que es moral”, enseña que vivir la vida presente de acuerdo con las normas tiene como resultado el nacimiento en una casta superior.
En la Europa feudal, la estratificación venía también acompañada de justificaciones morales y religiosas. La condición del individuo estaba determinada por el acceso a la tierra. Era una sociedad jerárquica en la que el campesinado hecho siervo estaba sometido a la dominación de los señores eclesiásticos y seculares. La Iglesia poseía el poder moral y económico. Dios había concedido la tierra al hombre para que la habitara con el propósito de lograr su salvación eterna.
Europa occidental y gran parte del resto del mundo cambiaron debido al desarrollo del industrialismo capitalista, el elemento más relevante del proceso se ha definido como la llegada de la Modernidad. Se desarrolló desde el siglo XVII el argumento de que, en virtud de su humanidad, todos los seres humanos nacían iguales, no desiguales.
Si todo individuo nace con derechos naturales, ¿por qué algunos individuos dominan a otros?.
Hobbes, afirmaba que la vida en el estado de naturaleza era “peligrosa, brutal y corta”, se caracterizaba por la guerra del “hombre contra el hombre”. La solución a este problema del orden era la sumisión al estado, sin la cual no habría más que caos. Locke, también afirmó que era la autoridad del estado la que mejor podía garantizar los “derechos naturales” a la vida, la libertad y la propiedad. Rousseau expresó en una conocida frase que desde entonces ha resonado a lo largo de la historia, que “el hombre nació libre y en todas partes se lo encuentra encadenado”. Afirmaba que la democracia directa expresada por medio de la voluntad general proporcionaba la mayor protección al individuo.
El fin de la sociedad tradicional y el desarrollo del industrialismo capitalista se produjo junto al énfasis en la racionalidad del hombre social moderno.
Los cambios políticos que crearon el individuo formalmente libre también alumbraron al trabajador sin tierra que tenía el derecho de vender lo único que poseía: su trabajo o capacidad de trabajar. El trabajo se convirtió en una mercancía.
Las revoluciones inglesas y francesas fueron los principales cambios políticos que se produjeron en la transición al industrialismo capitalista.
Toda la historia de la sociedad humana hasta el día es una historia de luchas de clases. La desigualdad era y siempre había sido un reflejo del diferente acceso a los medios de producción y a lo que se producía.Para Marx, el poder del estado era inseparable del poder económico, y el individuo soberano del capitalismo no era sino una condición necesaria del desarrollo del modo de producción capitalista.
Los trabajadores sin tierra que aparecieron como consecuencia del cambio político y económico constituían una nueva clase: el proletariado.
En este libro analizaremos la “clase” como un fenómeno distintivamente moderno.
Constituye principalmente una característica de los sistemas modernos de estratificación de las sociedades industriales. Esto no significa que las clases no existieran antes de la modernidad, sino que el discurso de la clase se ha convertido en uno de los conceptos más importantes para empezar a comprenderla.
Las ideologías asociadas a la religión y la costumbre, en las sociedades tradicionales, identificaban los distintos niveles de recompensa material que debían corresponder a los diferentes rangos de la sociedad, ofrecían esperanza tras la muerte y proporcionaban una poderosa justificación moral para la distribución des-desigual de recursos.
Orden social y teorías de la diferenciación social.
La desigualdad constituye un rasgo característico de toda sociedad compleja. Las desigualdades materiales no han de ser algo necesariamente negativo. Ese es el argumento sobre el cual los neoliberales hablan de la desigualdad.
Los orígenes de las teorías funcionalistas de la estratificación se encuentran en el funcionalismo estructural parsoniano que dominó la teoría sociológica en los Estados Unidos tras la segunda guerra mundial.
También reflejan algunos elementos del análisis Durkhenianos de las consecuencias sociales últimas de la división del trabajo de la sociedad industrial. Durkheim era plenamente consciente de las consecuencias negativas de la división del trabajo (la pobreza, el descontento social, etc) generadas por el desarrollo del capitalismo industrial. Pero afirmaba que, las formas normales de la división del trabajo conducirían al desarrollo de la “solidaridad orgánica”, la solidaridad a través de la interdependencia en la sociedades industriales complejas.
En la sociedad competitiva de mercado, el que tiene más talento y ambiciones, en suma, el mejor, es el que llega más alto y por lo tanto el que consigue la mayor parte de la recompensa de las sociedades. Sin embargo muchos estudiosos han comentado que estos argumentos se basan en la presunción de la igualdad de oportunidades.
La igualdad de oportunidades es una justificación poderosa de la desigualdad. Si todos tienen las mismas oportunidades de ser desiguales, entonces el resultado desigual pueden considerarse justo y justificarse como un reflejo de la desigualdades naturales entre los talentos personales y no de procesos sociales estructurados. Nunca se ha alcanzado una verdadera igualdad de oportunidades.
Los funcionalistas han utilizado dos argumentos estrechamente relacionados para explicar y justificar las desigualdades materiales en una sociedad que reconoce política y jurídicamente la igualdad.
Las recompensas desiguales proporcionan una estructura de incentivos que garantiza que los individuos con talento se esforzarán e innovarán contribuyendo así a la mejora de los niveles materiales de la sociedad en su conjunto. Aparece la idea de que existe un amplio consenso sobre la legitimidad de las diferentes recompensas, porque esos innovadores son funcionalmente más importantes para la sociedad.
Marx predijo que la estructura fundamental de la desigualdad de clases asociada al acceso diferente a la propiedad y al control de los recursos productivos, conduciría a través de la lucha de clases entre el trabajo y el capital a la derrota revolucionaria y a la transformación final del industrialismo capitalista.
En conclusión, todo hace suponer que la clase continúa siendo un tema que merece un artículo de toda una página en un prestigioso dominical. Los sociólogos podrían replicar que el uso del término clase, en el discurso académico difiere considerablemente de su uso en el habla coloquial: la utilización cotidiana de la palabra se aproxima más a la noción de prestigio o distinción social.
Quien crea que nos encaminamos hacia una sociedad sin clases, sólo tiene que pararse a considerar la procedencia social de los que inician estudios superiores para rectificar su opinión.
Me pasa lo mismo Aníbal. ¡Y muchas gracias por el material!
ResponderEliminarGracias anibal ahora se que no soy la unica que tiene este problemon con la materia
ResponderEliminarGraciassss
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